A mi esposo y a mi nos gusta la ciencia-ficción y tenemos nuestro pequeño capricho de mirar Star Trek. Empezamos por las 12 películas y luego hemos seguido con la serie (empezando por La nueva generación).
Esta semana miramos un episodio que me dio mucho que pensar, en la temporada seis (episodio 15, titulado "Tapestry" en inglés).
El Capitán Jean Luc Picard tiene la oportunidad de regresar a su juventud y cambiar una situación de la que siempre se había arrepentido, considerándola como su mayor equivocación. Sin embargo, al cambiar esa situación en su pasado y no permitirse hacer la tontería que había hecho, el futuro (o presente) al que regresa ha cambiado por completo. Se encuentra como una versión incompleta de sí misma: nunca pudo desarrollar su verdadero potencial. Entonces se da cuenta de que fue precisamente ese acto estúpido lo que le hizo madurar y hacer frente a la vida de una manera distinta, tomando acción y desarrollándose como ser humano. De modo que decide regresar de nuevo y dejar que las cosas sucedan como lo habían hecho originalmente.
Esto me recordó la historia de la mariposa y el jovencito que la quiere ayudar. Es que verás, cuando nace una mariposa, tiene que hacer un terrible esfuerzo para salir de su crisálida. Un niño que la estaba viendo luchar se compadece de ella y decide cortar la crisálida con unas tijeras para que pueda salir más fácilmente. Horrorizado, ve que la mariposa que sale está lisiada: nunca pudo ejercitar su cuerpecito para impulsar que los fluidos vitales llegaran a las alas, y esas alas nunca tendrán fuerzas para volar.
La mayoría de nosotros tenemos cosas en nuestro pasado de las que nos arrepentimos: situaciones donde desearíamos haber actuado de forma diferente, o nos preguntamos cómo habría sido si esa puerta tan prometedora no se hubiera cerrado para nosotros.
No hace mucho vimos una película inglesa de 2013 titulada “Una cuestión de tiempo”, que también tiene un mensaje muy interesante. Un padre le cuenta a su hijo que los hombres de su familia tienen la cualidad de poder viajar al pasado y volver a vivir los sucesos de su vida. Luego de jugar un poco, alterando eventos y observando los cambios que se producen (a veces devastadores), se da cuenta de que cambiar el pasado por lo general no soluciona las cosas mágicamente. Luego recibe el consejo de vivir cada día dos veces: la primera normalmente y la segunda prestando verdadera atención a todo lo que sucede y disfrutando de cada momento. Finalmente se decide por algo que todos podemos aplicar: vivir cada día una vez, haciendo las cosas lo mejor que puede, y siendo totalmente consciente de la belleza, diversión y maravillas que lo rodean cada día.
Es mi deseo que todos podamos vivir cada día en su plenitud y esforzarnos al máximo, confiando en el proceso que nos llevará a ser la mejor versión de nosotros mismos.
Como dice la frase anónima: “El pasado es historia, el futuro es incierto y el presente es un regalo – por eso se lo llama presente”.
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Escrito por: Tisha Klemetz
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(de hecho es más gente pero puse una cifra de los que sabía seguro). Por eso que ves una cifra muy bajita para "este año".